La contundencia de los números
LA ESTELA DE LUZ: EFECTIVIDAD ACTUAL: 0%; EFECTIVIDAD FUTURA: - 49%[1]
Por Pedro Guadiana
(Autor de los algoritmos de excepciones a las fórmulas generalmente aceptadas y practicadas)
A Carlos Arce, excelente ser humano y empresario ético
ADVERTENCIA: Ofrecemos disculpas a lectores y analistas que no gustan del análisis matemático pero pensamos que éste es un complemento idóneo para hacer sustentable la crítica, claro, siempre que exista información o que las autoridades de cualquier signo político, sin distinción, se dignen transparentarla.
AGRADECIMIENTOS: Al gobierno de Vicente Fox, porque nos enseñó cómo no se deben hacer tableros de indicadores y de control; y al gobierno de Felipe Calderón que con su ineficacia, ineficiencia, inefectividad, improductividad, magro impacto social y frivolidad nos ayudó a afinar los fórmulas y algoritmos para el cálculo de indicadores estratégicos.
El gobierno de Felipe Calderón ha sido en muchos rubros ineficiente, ineficaz y, en consecuencia, improductivo e inefectivo y ha generado un mediocre impacto social. Pero no sólo (con acento) se trata de epítetos. El comentario lo podemos fundamentar con números.
En este 2010, en lugar de conmemorar y reflexionar sobre el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución –hay escritores, historiadores y analistas que afirman que no hubo ni independencia ni revolución- el gobierno calderonista se ha dedicado a despilfarrar el dinero de los contribuyentes que pudo haberse destinado a combatir los muchos males que aquejan a la nación.
Un botón de muestra es el proyecto conocido como Estela de Luz. Con los datos disponibles, suficientes en términos generales como para hacer un cálculo confiable, desglosamos a continuación las magnitudes de medición.
Premisas técnicas y cálculo inicial real
Ø Los indicadores estratégicos son indicadores de resultados, no de avances; éstos últimos son indicadores de gestión operativa. Aquí interesan los resultados.
Ø Eficacia es la comparación entre el resultado alcanzado y el resultado programado.
Ø Eficiencia es el uso racional de los recursos y consiste en la comparación entre los recursos utilizados y los recursos programados para lograr el resultado. Los recursos son variados: tiempo, dinero, factor humano, materiales, espacio, etc. Aquí trabajaremos con la información conocida, la cual es suficiente para mostrar aspectos relevantes.
Ø Efectividad es el resultado de la combinación de eficacia y eficiencia. Matemáticamente se expresa como:
Efectividad = Eficacia x Eficiencia |
Actualmente, no se ha logrado el resultado, es decir, no se ha hecho la Estela de Luz. Por lo tanto, la eficacia es CERO. Y como todo número multiplicado por cero es cero, LA EFECTIVIDAD ACTUAL ES 0%, aunque no conozcamos el valor numérico de la eficiencia. Si asignamos la clave E a la Eficiencia y la multiplicamos por la nula eficacia, tenemos:
Efectividad actual = 0% x E = 0% |
Aquí terminaría el presente artículo, de no ser por lo que este despilfarro implica en medio de nuestro ensangrentado México. Por tal motivo, es necesario hacer el cálculo para cuando la obra se concluya y se entregue. Así que nos dimos a la tarea de adelantar el indicador de efectividad.
Cálculo específico para diciembre de 2011
En septiembre de 2009, el presidente anunció que la obra tenía que inaugurarse en septiembre de 2010. Hoy, los cálculos más optimistas dicen que la obra estará terminada en diciembre de 2011. Situémonos hipotéticamente en esa fecha y calculemos los indicadores con base en la información de la siguiente tabla y en los comentarios que la complementan:
Tabla de dimensiones y variables para cálculo de indicadores
Comentarios:
Ø Hubo una pésima planeación.
o Al momento de hacer el anuncio, no había constructora, ni obra, ni monto específico. Es decir, se había definido solo el tiempo.
o En el diseño, el arquitecto César Pérez Becerril y sus proyectistas no midieron el alcance y dimensión al no prever la sustentabilidad de la obra frente a sismos o a fuertes rachas de viento.
o Con base en esta “planeación” se determinó que se requerían 200 millones de pesos y 700 toneladas de acero.
Ø La deficiente planeación implicó una mala operación inicial del proyecto: Con la obra asignada, la constructora se encargó de ejecutar malas especificaciones. Ahí se detectaron inconsistencias.
Ø Es entonces, cuando se envían las características del diseño a una empresa canadiense para un estudio prospectivo a 200 años. Los resultados evidenciaron la necesidad de replantear el proyecto: En consecuencia, se determinó que:
o No se invertirán 200 millones de pesos sino 690 ¿De dónde salieron? ¿A qué proyectos se quitaron 490 millones para incrementar el gasto 2.45 veces?
o Se necesitan 1400 toneladas de acero, el doble de las 700 inicialmente programadas.
Ø Por si fuera poco, los materiales y el sistema de sintonizacion todavía no están terminados: el acero es de Finlandia, el cuarzo de Brasil, el sistema de sintonización es de Alemania.
Ø El factor humano se pudo estimar sin necesidad de conocer las personas o las horas-hombre programadas y las realmente utilizadas. Es decir, si la misma unidad de fuerza de trabajo que aglutina todas las horas hombre de 12 meses se denota con el número 1, entonces este es el índice de partida. Si esa misma cantidad se ocupa en 12 meses adicionales de retraso, tendremos que la unidad se ocupó 2 veces, una por cada 12 meses. Ahora, si el retraso es de 15 meses, en realidad se va a ocupar la fuerza de trabajo 27 meses. Si dividimos 27 entre 12, tenemos 2.25. Es decir se utilizaron 2.25 unidades de fuerza de trabajo en lugar de 1. Y este, créanos, es un escenario optimista, porque estamos suponiendo que se utilizó la misma fuerza de trabajo durante el tiempo programado más el tiempo de retraso. Pero, en realidad, podemos suponer que se utilizará más mano de obra, tanto experta como estrictamente operativa.
Premisas para el cálculo de los siguientes indicadores (de i2 a i”n”) analizando el recurso tiempo como ejemplo
Para calcular los indicadores restantes, que tienen que ver con el uso racional de los recursos, es imprescindible comprender la lógica que está detrás de las fórmulas que se aplicarán y que deben ser diferentes a la generalmente utilizada para medir la eficacia. Tomemos el caso de la eficiencia en el uso del recurso tiempo.
1. Si utilizamos el cociente tradicional que compara el tiempo empleado con el tiempo programado, no tenemos problema si el primero es menor que el segundo. Si, por ejemplo, para lograr un resultado se emplearon 6 meses en lugar 12 programados, el cociente que compara el tiempo empleado entre el programado será de 50%.
2. En caso de que el tiempo empleado sea mayor que el programado, la aplicación del cociente anterior arrojaría información incorrecta. Supongamos que el proyecto se realizó en 14 meses y no en 12 como se había programado. Si dividimos tiempo empleado entre tiempo programado tendremos 14 / 12 = 117%. Estaríamos diciendo que fuimos eficientes al retrasarnos dos meses. Por lo tanto, la fórmula debe ser diferente, de manera que cuando se rebase el límite establecido el indicador sea un espejo que descienda en forma proporcional y simétrica. Por eso modificamos el cociente tradicional que compara lo real y lo programado por la siguiente fórmula, siempre y cuando no llegue al doble del tiempo programado.
Donde VA = Valor Absoluto. Su representación gráfica es:
3. Cuando llegue exactamente al doble, por lógica el indicador debe ser cero. Para ello, definimos la siguiente fórmula:
Pero surge otro problema ¿qué pasa si el retraso es más del doble? La lógica nos dice que el indicador debe ser negativo. Se aplica entonces la siguiente fórmula:
4. Supongamos que ocupamos 26 meses en lugar de los 12 programados, es decir, tenemos un retraso mayor al doble del tiempo programado. Esta situación nos llevó a plantear la siguiente fórmula
Donde VA = Valor Absoluto. Su representación gráfica es:
A medida que ampliamos valores podemos encontrar varios espejos.
· En el mes cero y en el 24, el indicador es cero, lo cual resulta lógico, dado que en el mes cero no se ha iniciado. Después, consumimos más tiempo incrementando el valor del indicador hasta tener 100% en el mes 12. Posteriormente, al retrasarnos, disminuimos proporcional y simétricamente el indicador hasta llegar a cero cuando empleamos el doble.
· En los meses 2 y 22 el indicador es 17%. En el primer caso, llevamos un 17% de avance en el segundo mes. Después del mes 12, nos retrasamos y el indicador se vuelve descendente en forma simétrica a la cantidad de meses que transcurren. Si viéramos el mes 22 como un espejo, de izquierda a derecha, el segundo mes es el 22.
· Al superar el doble del tiempo tenemos un reflejo negativo en el mes 26, que es el segundo mes contando a partir del doble (mes 24). Vemos así que el indicador tiene la misma cifra que en el mes 2 y 22 pero con signo negativo. Tiene -17%.
· Podemos ver también que el indicador marca 100% si hacemos las cosas en el tiempo programado pero que se convierte en -100% si nos retrasamos 24 meses adicionales, es decir, si lo hacemos en 36 meses. De esta manera podemos deducir que a cada incremento de 12 meses a partir del mes 36 tendremos un 100% negativo adicional. Es decir, en el mes 48 tendríamos -200%, en el mes 60 tendríamos -300%, en el mes 72 tendríamos -400%, y así sucesivamente.
Estas premisas son las mismas para todos los insumos o recursos utilizados. En otras palabras, a medida que nos excedamos en el uso del presupuesto económico, del factor humano, de los materiales, la maquinaria, etc. el indicador disminuirá y podrá ser cero o negativo.
Cálculo de los indicadores de eficiencia (de i2 a i”n”): Uso racional de los recursos.
De acuerdo con los controles de costos de recursos con que cuente cada organización, empresa o proyecto, será el número de dimensiones de eficiencia (o número de eficiencias) a medir. Ello depende en gran medida de la disponibilidad y transparencia de la información. Por ello, basados en la Tabla de dimensiones y variables para cálculo de indicadores, asignemos una clave a las dimensiones de medición.
Sean:
i1. Eficacia. Esta dimensión responde a la pregunta ¿Se hizo el producto, obra o servicio programado?
Fórmula:
Para i2, i3, i4 e i5 se aplica la fórmula condicional explicada y que reproducimos en lenguaje coloquial y matemático las instrucciones que vertimos en la computadora:
Condición 1. “Si el valor real es cero o es menor al programado, entonces aplica el cociente tradicional generalmente aceptado y practicado”:
Condición 2- “Si el valor real es mayor al programado pero menor al doble de dicho valor programado, reduce proporcional y simétricamente el indicador a manera de espejo”:
Condición 3. “Si el valor real es exactamente el doble del programado aplica el cociente que genere el indicador cero”:
Condición 4. “Si el valor real es mayor del doble que el programado reduce proporcional y simétricamente, pero con signo negativo, el indicador a manera de espejo”:
Con estas fórmulas, las eficiencias a calcular son:
i2. Eficiencia en el uso del recurso Tiempo. Esta dimensión responde a la pregunta ¿Se usó racionalmente el recurso tiempo?
i3. Eficiencia Presupuestal o Eficiencia Financiera. Esta dimensión responde a la pregunta ¿Se utilizó racionalmente el presupuesto?
i4. Eficiencia en el uso del Factor Humano. Esta dimensión responde a la pregunta ¿Se utilizaron racionalmente las horas hombre de trabajo?
i5. Eficiencia en el uso del insumo Acero (dado que es la única información sobre insumos de que disponemos). Esta dimensión responde a la pregunta ¿Se utilizó racionalmente el material acero?
Vaciamos los datos en una tabla de cálculo.
Definimos los criterios de semaforización. Los comunes (pero no inamovibles) son:
Los datos de la tabla generan los siguientes indicadores semaforizados:
Cálculo del indicador de Efectividad de la Estela de Luz
Donde n = cantidad de indicadores. En este caso, son 5 los indicadores. El indicador eficacia se contrasta con los otros y da lugar un promedio ponderado donde “n – 1” es igual a 4 (5 – 1=4).
Cada segmento entre paréntesis multiplica la eficacia por cada una de las eficiencias y puede leerse coloquialmente así: ¿Se hizo la estela a tiempo? ¿Se hizo la estela usando racionalmente el dinero? ¿Se hizo empleando adecuadamente el factor humano? ¿Se hizo utilizando racionalmente el acero?
La respuesta matemática es la siguiente:
Despejados los paréntesis tenemos;
Tenemos:
· Un solo indicador positivo: el de la eficacia, es decir, se hizo la estela (recordemos que estamos hipotéticamente en diciembre de 2011).
· Un indicador cero: el del uso del acero, que es exactamente el doble.
· Tres eficiencias negativas o hiper-ineficiencias (tomando en cuenta que ineficiencia es un valor menor a 100% pero positivo todavía y aquí se trata de cifras negativas).
· Por lo tanto, la “efectividad” es negativa.
En resumen, la efectividad, en un escenario optimista –asumiendo que se concluya la obra en diciembre de 2011, no se ocupen más recursos materiales y más factor humano, y se haga con la calidad programada- será de -49%, hecho que desde hoy se puede interpretar así:
Se hizo la estela con ineficiencia en el tiempo, porque hubo retraso, se incurrió en sobreejercicio, utilizando más factor humano del originalmente programado, más acero del programado y sin medir la calidad, ya que hasta el momento no se han divulgado las especificaciones ni su nivel final de cumplimiento.
Ahora, contraste usted estas cifras con los discursos de Lujambio y Calderón, los presentes y los futuros. Sólo hablarán de un indicador, la eficacia, es decir, se hizo lo que se programó, pero sin contrastarlo con los demás aspecto. Así es como por ignorancia, cinismo o ambas cosas nos informan quienes mal gobiernan este país.
Faltó medir el impacto social pero no hubo información disponible. Pero sí podemos inquirir ¿vale la pena inaugurar una obra inefectiva en medio de la sangre? Pero esto no es lo peor: si así se planeó una magna obra de celebración ¿Cómo se planeó una guerra que a todas luces está perdida y que afectará por décadas los mexicanos? ¿Cómo debemos castigar esta deficiente Planeación Estratégica de los destinos del país? ¿No debería ser esto un delito?
¿Cómo saldrían otras mediciones relacionadas con lo jurídico, político, social, cultural, institucional, etc.? ¿Y qué decir de la estrategia?
Por eso, desde esta tribuna, reto al ineficaz, ineficiente, improductivo e inefectivo gobierno de Calderón y a sus mentes brillantes a dos debates numéricos:
1. Demostrar matemáticamente la efectividad e impacto social de la Estela de Luz.
2. Demostrar con estas y otras fórmulas la efectividad de su gestión en los ámbitos político, legal, institucional, social, cultural, educativo y presupuestal, utilizando indicadores vectorizados, sistémicos, estructurados y agregables, en líneas de tiempo equidistantes, comparados con patrones y estándares de los países con los mejores índices e indicadores de medición. Pero, sobre todo, permitirme ponerle la lupa a sus algoritmos y confrontarlos.
[1] Cálculos del autor elaborados con datos de: Índigo Staff. “¡En la torre! Y ahora ¿qué festejamos?”. Reporte Índigo, núm. 192. Nuevo León contra la pared, 20 de agosto de 2010, pp. 24-31.